Teletrabajo, dejar en casa el carro… ¡y el puesto de trabajo!

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Casos de éxito del Teletrabajo y retos de una modalidad que está abierta de manera formal en el país hace 7 años. Son empresas que abandonaron la exigencia del trabajador presencial sin caer en sus resultados y con beneficios para la movilidad y el ambiente. Bancolombia, una de ellas, tiene hoy 1.592 teletrabajadores.

Por Juan Felipe Quintero A. / [email protected]

Ojalá los ideales de los urbanistas se pudieran materializar en detalle. Ojalá el ciudadano tuviera a la distancia de un bus y de una caminata corriente muchos de sus servicios y escenarios claves: el trabajo, el colegio de los hijos, el supermercado, el centro de culto, la estación de servicio, el parque, el gobierno, el centro comercial…

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No se trata de guetos, señalan los urbanistas, sino de ciudades más limpias y eficientes, de movilidad menos costosa y más segura. “La eficiencia es uno de los principios del urbanismo contemporáneo y una de sus claves es la proximidad. Una ciudad que les provee a sus habitantes equipamientos diversos en menos de 400 metros de distancia y al menos tres tipos diferentes de transporte, es eficiente, sin que implique pérdida de cohesión social”, dice Diana Álvarez, coordinadora de la Maestría en Urbanismo de la UPB.

Pero funcionamos de otras maneras: la vivienda está en El Poblado; el sitio de estudio de los hijos, en Laureles y en el Oriente; y el trabajo queda a la distancia de un bus y un viaje en metro más una caminata. O a 33 minutos de viaje en carro, en taco durante la hora pico, y una mensualidad de 120.000 pesos de parqueadero (también hay quienes dejan su propiedad privada estacionada 8 horas y más, todos los días, en el espacio público o en el sótano que un centro comercial quisiera solo para sus clientes).

Así funciona Medellín. Con un promedio de velocidad en las vías, según Planeación Municipal, de 22.6 kilómetros por hora. Con el 20% del total de vehículos de la ciudad instalados solo en El Poblado. Con un tramo como el de la calle 30, entre las carreras 74 y 80, cuyas congestiones cuestan 50 millones de pesos por año, según una investigación de la Universidad Nacional.

“Medellín no es una ciudad compacta, por eso tenemos dependencia de la movilidad motorizada y, a pesar de que ofrece diversas modalidades de transporte público, la gente eligió la moto, por costos, por comodidad”, agrega Diana Álvarez. En cifras de la Secretaría de Movilidad, la ciudad aprieta su espacio entre 750.000 motos y 550.000 carros.

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Dejar el carro en casa

Quince años atrás las autoridades, ya alertadas por el caos creciente de movilidad, invitaban a regular el uso del carro particular. “No salir en carro a la esquina a comprar la leche y las arepas”, proponían. Una década después, sin que estuviera probado el éxito de la campaña de ir a la tienda a pie, la invitación viró hacia “aprovechar el transporte público”. Hoy, sin descartar las dos primeras medidas, la idea va más allá: trabajar en la casa.

Humberto Iglesias, secretario de Movilidad, destaca que “empresas y universidades, tanto sus estudiantes como sus empleados, se la estén jugando por el teletrabajo”. Por supuesto, dice, hay mayor potencial para la aplicación de esta modalidad. “Hacemos una invitación muy respetuosa a los diferentes gremios para que le aporten a la movilidad sostenible. También hacemos un llamado a que haya una movilidad colaborativa entre empleados de las mismas empresas y entre estudiantes que tienen el mismo origen y el mismo destino”.

Las normas, la tecnología y las metodologías están dadas, dice Herlaynne Segura, asesora en teletrabajo. “Pero el chip no cambia. Las empresas no quieren cambiar su cultura. En países de climas extremos la gente se ve obligada a teletrabajar. Pero aquí el jefe maneja egos y desconfianza y hay trabajadores que dañan la metodología”, anota.

Otro escenario presenta TigoUne, en fusión desde hace tres años. “El modelo de teletrabajo no aplica hasta el momento en que se completen las sinergias necesarias entre los equipos de trabajo”, señalan en Edatel, donde tenían 60 colaboradores en remoto. A cambio, operan nueve rutas que benefician 330 empleados o les garantizan espacio de parqueo a quienes apliquen el más dos en sus vehículos.

Otros son los retos de la Alcaldía de Envigado: “Tenemos prevista una prueba piloto con 8 funcionarios, pero el presupuesto, de unos 200 millones de pesos, constituye una dificultad, al igual que los riesgos por fuga de información”, señala Juan Diego Serna.

Pero se puede y hay testimonios de que la medida es viable, como aporte a la movilidad sostenible y sin destrucción de resultados. Desde que el Ministerio de las TIC puso el tema sobre la mesa en 2011, ya 443 empresas firmaron el pacto por el teletrabajo en el país.

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