Un SOS por los niños de la Casa de María y el Niño

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Esta, y alrededor de 35 corporaciones y fundaciones similares, esperan medidas urgentes por parte del Gobierno Nacional

“Son nuestros niños a quienes nuevamente sus derechos se les vulneran, en la medida en que no vamos a poder atender sus necesidades porque no hay unos pagos oportunos por parte del Estado”, comenta Jaime Alberto Molina, representante legal de la Corporación Casa de María y el Niño, institución autorizada y auditada por el ICBF, que atiende a 60 menores entre los cero meses y los ocho años de edad, en los programas de protección y adopción. Esta institución, que se encuentra ubicada en El Poblado (Calle 9A Sur No. 25-422), depende en un 70 por ciento de dineros que le transfiere el Estado.

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Según el directivo, hasta 2014, el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) tenía autonomía en los recursos y era el que mes a mes giraba los dineros. Pero la situación se volvió compleja tras la creación de la Contribución Empresarial para la Equidad, Cree, y desde entonces, el Ministerio de Hacienda pasó a ser el gabinete encargado de hacer la transferencia del dinero. “Desde el mes de diciembre de 2014 y hasta la fecha, el ICBF no ha podido cumplir con sus obligaciones contractuales, específicamente con la trasferencia de los aportes requeridos para la ejecución de los programas de protección para el restablecimiento de los derechos de los niños y adolescentes en Colombia, poniendo en grave riesgo la operación de las instituciones que tienen delegada esta función por parte del Estado”, asegura un documento que contiene la denuncia por parte de la Corporación Casa de María y el Niño, y que firma Jaime Alberto Molina.

Tapando huecos
Son 60 niños a quienes mes a mes la Corporación Casa de María y el Niño debe alimentar, vestir, educar y cubrir su atención en salud, entonces, sin recursos económicos ¿cómo ha sorteado la situación esta organización? “Cuando en diciembre detectamos que no nos habían hecho los pagos de noviembre, empezamos a elaborar un plan de contingencia con el banco, para mirar la posibilidad de un sobregiro. Pero lo que sucede es que como estas instituciones son deficitarias, desafortunadamente no tenemos unos números muy positivos para las entidades financieras para que nos abran líneas de crédito o para que los niveles de endeudamiento vía sobregiro sean mayores. Teníamos un recurso en una fiducia, era un colchón, una pequeña suma para una eventualidad; lo tomamos para ejecutar la operación de noviembre y diciembre; el mes de enero lo cubrimos con un sobregiro del banco, y cuando ya llegamos a finales de ese mes, dijimos: no hay un solo peso más para seguir funcionando. Decidimos hablar y comentar la situación para que nos escuchen porque, si no, vamos a tener que entregar el programa al Estado”, asegura Jaime Alberto Molina, quien además dice: “En febrero de este año preguntamos y nos dijeron que no había plata, que esos pagos estaban para marzo, y en ese punto estamos; lo que nos han dicho, es que la primera o la segunda semana de este mes hacen los desembolsos, 120 día después”.

Contacte a la Casa de María y el Niño en el tel: 268 6112 o a través de
www.casademariayelnino.org

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