Todo se vale

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Una pinta muy apropiada para este fin de año.
Cortesía Stradivarius.

 
     
 
Para las jóvenes vanguardistas Cata Cuartas -maquilladora y asesora de imagen- y Verónica Zuluaga -productora y asesora de moda- hay un aspecto esencial: “Si tú te sientes bien todo se te va a ver divino… Se trata de buscar mecanismos de expresión de la personalidad a través de todas las herramientas que hay en el mercado”. Por eso es un error ponerse una prenda por el simple hecho de que está de moda aunque no nos sintamos bien, pues la inseguridad se transmite de inmediato: al caminar, con la postura, en la expresión y en el desempeño social.
Antes de comprar ropa, lo mejor es identificar lo que nos gusta y lo que no nos gusta de nuestro cuerpo con el fin de resaltar lo que nos gusta y disimular lo que no nos agrada.

Las piernas cortas
Una de las tendencias para este fin de año son los pantalones de bota recta, no indicados para mujeres de piernas cortas. Sin embargo, el efecto de acortamiento se equilibra con un zapato alto del mismo tono del pantalón y de punta media, casi puntudo, pues hace ver la pierna más larga.
Si se quieren disimular unas piernas cortas no se deben usar zapatos planos, camisa abajo de la cadera, ni prendas muy cuadradas. “Se trata de balancear las proporciones del torso y las piernas. Aparte de los zapatos, lo que uno hace es jugar con el talle del pantalón, marcar más la silueta en la cadera y destapar arriba un poco”, dicen las expertas.
Para lograr ese balance de silueta es apropiado mezclar extremos -es una de las características de la moda de finales de 2008- es decir, que si la persona lleva una prenda amplia en la parte inferior de su cuerpo, arriba puede usar una más ajustada, o viceversa. Lo que definitivamente pelea con la elegancia es llevar todo el cuerpo ceñido de manera superlativa.

Entre el exotismo y la feminidad
Otras tendencias para este fin de año son los pantalones pitillos, el gaucho y el pantalón bota tubo en denim de colores fuertes; este último se puede usar con zapatos altos o planos, siempre y cuando sean del tono del pantalón. Con el negro y el beige como básicos, los colores muy fuertes se imponen para dar el toque alegre: entra el dorado a avivar la paleta de colores, se combinan con los verdes, los cafés, los amarillos y los ocres, en todo tipo de prendas. Hoy se aconsejan las mezclas de tonos y combinaciones poco usuales como morado con rojo y morado con amarillo.
También están de moda las túnicas en algodón, con cinturones que marquen la cintura o la cadera. Y es que por estos días los vestidos son claves, siluetas amplias o rectas pero que siempre acentúen las curvas femeninas. Vestidos en todos los largos (cuatro dedos arriba de la rodilla y dos abajo de la rodilla, largo ideal para cualquier edad), los cuales se pueden combinar con un jean o una prenda más ajustada en el parte inferior del cuerpo. “Estamos en un momento en que es clave destacar la feminidad, rescatar las curvas y no escondernos detrás de la ropa. Por eso son indispensables accesorios como las correas, las pashminas, bufandas y trapitos de colores”, indica Verónica Zuluaga.

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No más cuentos con la edad
Si todavía las mujeres mayores de 40 años en Medellín siguieran al pie de la letra las viejas recomendaciones, la ciudad parecería un gran club de la tercera edad: todas tendrían el pelo muy corto en forma de hongo (muy efectivo para sumar años) y de tonos rojizos, con rayos o amonados. Pues esas teorías entraron en desuso; es la personalidad y el estilo de cada mujer lo que la llevará a usar el pelo del color y del largo que desee (ideal un largo medio, a la altura de los hombros). La sentencia de que las mayores de 40 deben hacerse rayos porque el pelo oscuro las envejece, también está revaluada, afirma Cata Cuartas. “Si una mujer de pelo negro que está satisfecha con su color se hace rayos, dejará de ser ella misma y aunque es cierto que el pelo oscuro endurece un poco las facciones hay mujeres que pueden con ello y hace parte de su estilo”. Además hay manera de equilibrar: con unos pequeños aretes brillantes se le puede dar luz a la cara, lo mismo que con un maquillaje adecuado. Lo importante es sentirse bien y que no haya divorcio entre la personalidad y la pinta.

Algunos consejos
El tono de la piel es un buen parámetro para seleccionar atuendos, pues hay colores que destacan más que otros nuestra pigmentación natural. A las trigueñas o morenas les convienen los naranjas, amarillos, verdes y la gama de los cafés. Si les gusta mucho el negro lo pueden combinar con otro color que les resalte y les dé luz. Mientras tanto, para las personas blancas son indicadas las tonalidades azules o moradas.
Los accesorios, collares largos y llamativos están muy in; sin embargo no es recomendable para las obesas recargarse con ellos porque lucirán más gordas. Lo mismo pasa con los cuellos altos con boleros: quienes tienen mucho busto y el cuello corto no van a resultar favorecidas, pero si les encantan los boleros pueden encontrar el equilibrio usando otra prenda por debajo y dejando abierta en V la camisa exterior, pues alarga el torso. Hay otras mujeres que desearían usar faldas abajo de las rodillas pero no se atreven porque tienen piernas muy gruesas. Para ellas son ideales las botas largas, pues les ocultarán esas curvas voluminosas.

 
 
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