Rosana Arizmendi

El universo más cercano

El universo más cercano: así se llamó el festival departamental de ciencia del proyecto de educación Conexiones Nuevas, una alianza entre Parque Explora y...

La belleza de volver (a escribir)

Escribir es impulso irreprimible. Es como si entrara en otro mundo; un mundo fantástico donde las fronteras de la razón se difuminan para dar...

Instrucciones para “balconiar”

/ Rosana Arizmendi
En algunos de mis artículos anteriores les hablaba sobre la paz que uno siente cuando se está en cualquier lugar en la naturaleza… Esto lo sentimos porque cuando nos tomamos el tiempo para observar, oír y oler el mundo de esos lugares, de alguna manera nos estamos conectando con ellos (y con nosotros mismos, pues, recuerden: también somos naturaleza)

Viaje al bosque (parte II)

/ Rosana Arizmendi
¿Sí caminaron descalzos sobre el suelo húmedo del bosque y se sentaron a escuchar durante un ratico el canto de los pájaros y el sonido del viento en las hojas de los árboles? Ojalá hayan podido hacer alguna de estas cosas, pues la sensación de paz y conexión que suelen traer es maravillosa

Viaje al bosque (parte I)

/ Rosana Arizmendi
Hace unos meses, quise describirles todo lo que se siente cuando uno se sumerge en el mundo de las sirenas… los organismos y colores que se ven, los sonidos que se escuchan, y la paz que uno experimenta con esa deliciosa sensación de ingravidez característica del mundo submarino (y del espacio)

Mirando pa’l páramo

/ Rosana Arizmendi
Un litro de agua de la que sale por la canilla en Medellín vale 2 pesos en promedio, mientras que 1 litro de agua embotellada vale 2000 pesos en promedio. Afirmemos todos al unísono: “¡Somos muy afortunados!”

Ayudemos a José Miel

/ Rosana Arizmendi
Las abejas se están muriendo porque cada vez hay menos hábitats donde ellas puedan alimentarse y porque el cambio climático está alterando los patrones de floración de las plantas que las alimentan

“Te devuelvo el pitillo”

 Por Rosana Arizmendi
Cada uno de los pitillos que usamos tarda 1 minuto en fabricarse, nosotros lo usamos 20 minutos y se queda sobre la faz de la Tierra por 1.000 años más