La Buena Mesa

Empacando los sobraos

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Lecciones aprendidas viendo a Ratatouille

Lecciones aprendidas viendo a Ratatouille
Las mejores verduras son las que uno cultiva

Se me fueron las luces

 Se me fueron las luces    ...

La cocina y el arte

La cocina y el arte
A su regreso a España Soler y Adrià decidieron abandonar los libros de cocina como referencia y empezar a desarrollar sus propios platos

El boom de la cultura culinaria paisa

El boom de la cultura culinaria paisa
Desde el mismo título ¡a mí ya me dio algo!

Paladares jóvenes descubren sabores ancestrales

 Paladares jóvenes descubren sabores ancestrales    ...

Lo que ha cambiado la gastronomía en nuestro medio

Lo que ha cambiado la gastronomía en nuestro medio 
¿Pero qué salsa de tomate utilizaba?, la del frasco de salsa de tomate (ketchup que le dicen en Miami)

colega (Señor Álvaro Navarro)

 Carta abierta nuestro nuevo colega (Señor Álvaro Navarro) ...

A manera de presentación a los lectores

manera de presentación a los lectores
No soporto ni tengo contemplaciones a la hora de opinar sobre aquellos restaurantes o sitios que se creen de estrato 6, y cobran como tal

Los encantadores desayunos de aeropuertos de provincia

 Los encantadores desayunos de aeropuertos de provincia    ...

Los desayunos de aeropuerto internacional

 Los desayunos de aeropuerto internacional    Uno de los chistes más clásicos de panadería,...

Ni morcilla en la costa azul ni El Bulli en el parque de Envigado

Ni morcilla en la costa azul ni El Bulli en el parque de Envigado
Gracias a la amabilidad de un comensal satisfecho, tengo varios libros del archifamoso cocinero español 

Aromas de cocina que tienden a desaparecer

Tal y como lo prometí en mi última columna dedicada a aquellas palabras del mundo culinario que tienden a desaparecer, hoy el tema de...

Si con esta receta no lo convence, déjelo

Si con esta receta no lo convence, déjelo
Su majestad el chocolate y El Herbario

M. aquí: un delicioso destartale

   M. aquí: un delicioso destartaleRetaqué con un postre de jalea de guayaba acompañado de discreto gorgonzola   Así tal cual M.aquí es el nombre del...

¡Pilas! La cocina peruana no puede ser una moda más

   ¡Pilas! La cocina peruana no puede ser una moda másLa actual cocina peruana es un auténtico Potosí gastronómico Hace 20 años nos llegó la cocina...

Cocina, campo y madera

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Vanesa, me quedé sin saber qué eras, modelo o prepago

Vanesa, me quedé sin saber qué eras, modelo o prepago
Protocolo del celular #2: aprende a manejar tu celular y tu lengua

Tamales navideños

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El Reggaetón de Moli La Quemona

El Reggaetón de Moli La Quemona 
Reggaetón culinario solo para adultos:“¡Hurra! qué rico, qué bueno y sabroso que es esto”

Sudado de huevo

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Apología a la gordura

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Los ricos pobres del jet set paisa

Los ricos pobres del jet set paisa
Chismes de pesca con Mauricio Chica, el publicista

Gourmet y light

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El encanto que tiene la comida…

   El encanto que tiene la comida...Cuando es el chef quien lo atiende a uno Nunca voy a olvidar cuando en un restaurante cuya cocina estaba...

De muy buen sabor

   De muy buen saborRecados e intrigasEn los años que llevo escribiendo esta columna son muchas y variadas las satisfacciones que he tenido por haber...

La ruta del placer

    Salir a comer siempre es una invitación placentera. Antójese con esta breve guía de sugerencias. Advertencia: Las cartas de los restaurantes están actualizadas,...

Lengua atomatada

Lengua atomatada
Receta de Silvia Mosquera, chef de La Tienda del Vino

Un cuarteto de buenos restaurantes en Llanogrande


Un cuarteto de buenos restaurantes en Llanogrande

De la edición impresa (Edición 325)

En mi columna anterior titulada ¿Dónde paramos? hice un recorrido –a vuelo de pájaro- de las múltiples posibilidades para mecatear o tanquear que ofrece la carretera de Las Palmas desde Chuscalito en la variante, hasta Cantaleta en Don Diego. Seguramente omití algunos y no entré en detalle sobre sus ofertas, pues mi intención era resaltar la gran cantidad de lugares que permiten ser visitados para degustar desde una simple empanada hasta el más suculento churrasco. Finalicé el periplo mencionado en las partidas de Don Diego, es decir en la bifurcación de esta carretera hacia La Ceja y Rionegro, pues una vez se toma la ruta de Llanogrande, las cosas son a otro cantar en materia de buena mesa.

¿Dónde paramos?


¿Dónde paramos?

De la edición impresa (Edición 324) 

Soy otra colombiana más que goza del privilegio de haber conocido el fenómeno político -único en el mundo- de aquello que yo llamo “costeño socializado”. Fue en el año 1998 que visité la radiante Cuba en plena temporada del mundial de fútbol transcurrido en Francia. Recuerdo que para la final (Francia versus Brasil) alquilé un taxi rumbo a las playas de Varadero en donde tenía reservaciones en un hotel para ver el partido en su bar con pantalla gigante y mojitos a granel. Mi pretensión de viajar en taxi desde La Habana hasta Varadero, obedeció a mi permanente espíritu de mecateadora sobre la ruta, encuéntreme en donde me encuentre. Se trataba de un recorrido de 2 horas aproximadamente; convencida de poder disfrutar en el camino de sorpresas culinarias revolucionarias, salí de mi hotel habanero sin desayunar, pues pensaba arrasar con todo lo que se me atravesara en el camino. Mi ingenuidad de pequeña burguesa hizo que llegase a mi destino con una avenita azucarada entre mis tripas y pare de contar. ¿Conclusión? Viajar por las carreteras de Cuba exige fiambre.

Pollo al vino



Pollo al vino

Receta de Felipe Bedoya, chef del Café Manila

Estudiar cocina en Argentina

Estudiar cocina en Argentina
Hola a todos. Soy una persona interesada en viajar a Argentina a realizar la carrera acelerada.

Los buñuelitos de Leonor

Los buñuelitos de Leonor De la edición impresa (Edición 323)No estoy acostumbrada a recibir llamadas de personas de alto turmequé y mucho menos de...

Timballo de penne al basilico

Timballo de penne al basilico
Receta de Marta de Peroni, chef de Tramezzini

Adiós al mecato criollo


Adiós al mecato criollo

De la edición impresa (Edición 322)

Durante mis años de joven revolucionaria fui muy recatada en la utilización del término “imperialismo”, termino que se le endilgaba a toda acción proveniente del Norte asumida entre nosotros bien por la vía de la alienación, bien por la vía de la imposición. Hoy el imperialismo ha caído en desuso lingüístico, pero eufemísticamente hablando su homólogo es “globalización”, el cual se utiliza indistintamente por mentes parlantes de izquierda y de derecha sin ninguna frontera conceptual para su utilización. En otras palabras la globalización se metió en todas partes, y nuestra cocina, y más aún nuestros hábitos alimentarios, están sufriendo sus embates. Sin lugar a dudas -y sobre todo en el último siglo- las aspectos culturales que determinan los cambios generacionales siempre se han materializado de manera contundente en asuntos tales como el vestido, la música, el lenguaje y la sexualidad; pero es desde mediados del siglo 20 que un osado cuarteto de recetas foráneas empieza a abrir la brecha conducente al desarraigo de nuestro mecato criollo: sán-duche, perro caliente, hamburguesa y pizza, las cuales en un principio son recibidas con honores, pero con el correr del tiempo y sin proponérselo se convierten en las responsables de una alienación gastronómica que hoy tiende a borrar completamente las raíces de nuestro fogón.

Aquí el cliente no tiene la razón, la pierde

Aquí el cliente no tiene la razón, la pierde  
Al César lo que es del César. Este restaurante es un fenómeno. Su montaje cuenta con una creatividad casi única en el mundo.

El parque lineal del amor… y del sabor


El parque lineal del amor… y del sabor

De la edición impresa (Edición 321)

{mosimage}No me cabe la menor duda para afirmar: El Retiro es uno de los pueblos de Antioquia que posee una de las más bellas carreteras de entrada a su cabecera municipal. A diferencia de muchos otros municipios, en el caso de El Retiro una vez se llega a la glorieta de La Fe, la carretera que lleva al visitante en dirección a la plaza principal del pueblo es un hermoso camino que permite divisar a lado y lado arborizadas laderas, ríos y quebradas que evocan el más clásico almanaque de paisaje regional. Se trata de un recorrido en donde el último de ellos es en línea recta y sobre el cual desde hace muchos años la municipalidad ha adecuado pequeños kioscos, los cuales durante todos los días de semana se encuentran disponibles para el uso y disfrute de cualquier cristiano; cada uno con su propio asadero y suficientes canecas de basura circundantes. Este último kilómetro paralelo a remansos de agua y árboles longevos lo llaman “el parque lineal del amor”.

Un petit déjeuner paisa parisino


Un petit déjeuner paisa parisino

De la edición impresa (Edición 320) 

Pertenezco a la privilegiada generación de Mayo del 68 y del festival de Ancón. Guardo en mi memoria los desayunos que en calidad de estudiante disfrutaba en cada una de las dos ciudades. Las veces que visité la Ciudad Luz, casi siempre desayuné en cercanías del Palacio de Versalles; en Medellín lo hacía dos o tres veces por semana en el Salón Versalles de Junín. Si bien existía una gran diferencia de sabores, la verdad, el menú mañanero era el mismo en las dos partes: café, croissanes, mantequilla y mermelada. Hoy después de muchos años traigo a colación estos recuerdos porque de manera espontánea me he visto sentada en un lugar que si bien pertenece totalmente a nuestro mundo paisa, su entorno me transporta -guardadas las proporciones- a mis desayunos parisinos.

Las mujeres que se fueron

Las mujeres que se fueron
Me encanta Santander.

Yoga ibérico


Yoga ibérico

De la edición impresa (Edición 318)

Con el respeto que me merece esta disciplina mental y esperando no herir susceptibilidades en quienes lo practican con absoluta pasión y beneficio, voy a referirme a una práctica de reposición de energía y espíritu anímico que nada tiene que ver con el respetable yoga de origen hindú, pero que al final de cuentas quienes la practicamos lo hacemos con resultados análogos… me refiero a la placentera siesta, asunto totalmente subestimado por la gastronomía, pero tan importante como los vinos, las salsas, los jamones y los quesos. Es un hecho, en asuntos de gastronomía no todas sus reflexiones son alrededor de la comida. La gastronomía también se ocupa de asuntos exógenos tales como el tabaco, la propina y la siesta. Sobre los dos primeros ya me he referido en crónicas anteriores, razón por la cual hoy me entrometeré con la polémica siesta.

Cebame un mate cochengo

Cebame un mate cochengo
Esta joya me la mandó mi amigo Julio Riechert desde la entrañable Villa Yanquín a orillas del río Limay, en la mismísima Patagonia argentina,

Yuca cocinada con hogao


Yuca cocinada con hogao

De la edición impresa (Edición 317)

Toda ciudad que se ufana de ser ciudad, goza de unos lugares ubicados de manera muy particular en donde sus habitantes de la noche y sobre todo los amantes de ver despuntar el sol con botella en mano, logran regodear sus excesos etílicos y su hambruna mañanera con una oferta de platos no muy santos, o mejor dicho, nada convencionales con respecto a su desayuno cotidiano. En el Medellín de hoy y desde hace muchos años pululan en sus 4 puntos cardinales verdaderos entables ambulantes con energía pirateada, mesas con butacos y parasoles, en donde los amanecidos de fin de semana logran saciar su hambruna con una serie de propuestas bastante lejanas de nuestras tradiciones regionales en aquello que llamamos desayuno paisa. Es un hecho, actualmente quien desee menguar su apetito o catalizar sus tragos, encuentra en los lugares referidos cosas como las siguientes: salchipapas y salchiquesos con salsa rosada, perros calientes con repollo y viruta de papa, hamburguesas con cinco salsas diferentes, arepas de queso rancio embadurnadas de leche condensada, chuzos de pollo, Pony Malta, Gatorade, Red-Bull y otras tantas bebidas todas de garantizada acción reenergizante. Nada hay para hacer, esa es la cultura gastronómica de la generación del reguetón y merece su respeto.

El chócolo: su prodigioso y subestimado recetario


El chócolo: su prodigioso y subestimado recetario

De la edición impresa (Edición 316)

Comienzo por poner en claro que yo soy de las que a la mazorca tierna del maíz la llamo chócolo a sabiendas de que muchos coterráneos la llaman choclo. No sé que opinarán los entendidos, pero para el tema que voy a considerar me da lo mismo referirme a chócolo que a choclo ya que el sabor final de sus preparaciones no cambian si lo llamamos de una u otra manera. Vamos al grano: en mi anterior columna (Sopa de cura en vereda) hice referencia a las torticas de chócolo que en muchas familias antioqueñas se involucran en la receta de la sopa de arroz; referencia que motivó a más de un conocido o colega para solicitarme que escribiera alrededor de tan conspicua receta. Como pasa con la gran mayoría de nuestras preparaciones, pretender la existencia de una receta estandarizada es algo bastante utópico pues las versiones y procedimientos cambian de familia en familia convirtiéndose en un asunto de infinitas variables; sin embargo me atrevo a opinar que existen 3 propuestas fundamentales a saber: tortica de chócolo sin nada; tortica de chócolo con quesito y tortica de chócolo con cebolla junca picada. No se trata de tomar partido sobre la mejor… me fascinan las tres y acompañadas de suero costeño son auténtica maravilla culinaria. Pero la verdad de todo este asunto es que en la cocina colombiana existen innumerables recetas con base en la mazorca tierna y con los más disimiles resultados tanto de sabor como de consistencia. Es así como podemos hablar de sopas, cremas, salsas, buñuelos, tortas y pasteles y con la moda e imaginación de los nuevos cocineros en nuestro medio he degustado deliciosos helados derivados de la joven mazorca.

Postre de mariscos al gratín y arepas con denominación de origen certificado DOC

Postre de mariscos al gratín y arepas con denominación de origen certificado DOC
Viendo los programas de cocina de la televisión regional cada vez me aterrorizo más al comprobar como los estudiantes de las escuelas de gastronomía en Medellín