Sofía vence hasta sus propios temores

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A sus 15 años, esta estudiante del Columbus School tuvo una experiencia inolvidable en los Panamericanos, donde participó en wakeboard.

Al no ser considerado aún como un deporte olímpico, quienes practican el wakeboard acogen los Juegos Panamericanos como el máximo evento internacional al cual pueden aspirar en sus carreras.

En su más reciente edición organizada por Lima entre julio y agosto de este año, estuvo Sofía Palau Lopera, la antioqueña que a sus 15 años -celebrará los 16 el 21 de septiembre- ya tachó ese logro de sus metas.

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Estudiante de décimo grado del Columbus School y habitante de la loma de El Escobero, Sofía ha estado encima de las tablas desde los seis años, amarrada de un bote y haciendo figuras sobre el agua y en el aire. El interés por el wakeboard se lo debe a unas vacaciones familiares en Tolú, y a un primo, Daniel González, exdeportista de esta práctica. Con él aprendió a combinar las técnicas de las disciplinas en las que se inspiró esta modalidad: el esquí náutico, el esquí y la tabla sobre nieve.

Durante los tres primeros años, dudó entre elegir el esquí náutico y el wakeboard, ya que ambas modalidades la atraían. Se decantó por esta última y con el rumbo claro, comenzó su carrera competitiva a los nueve años, con un evento en el Club Campestre de Llanogrande.

Este deporte tiene una historia muy reciente en Colombia. Sofía es la actual número uno del ranking nacional.

La fortaleza mental, una virtud

Sofía recuerda que en sus primeras intervenciones sobre el agua, los nervios la invadían. Eran frecuentes sus equivocaciones, por el temor a no hacerlo bien.

Sus rivales, de hecho, identificaron ese punto débil e intentaban ablandarla con comentarios negativos antes de que ella compitiera.

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Fue su capacidad mental, acompañada del talento deportivo que de a poco fue adquiriendo, lo que le permitió superar esas adversidades.

Una de sus costumbres es no ver a sus rivales en competencia. En ocasiones por cábala, en otras por cuestiones logísticas. Como Sofía fue ascendiendo en el ranking, era común que saliera al agua en los últimos turnos, una ventaja competitiva que se les da por sus mejores resultados en las rondas previas.

También hizo efecto la confianza que fue ganando con cada logro obtenido, fruto de un entrenamiento riguroso que le demanda gran parte de su tiempo, hasta el punto de robarle algunas horas a sus estudios en el Columbus School.

La mayoría de días de la semana, una vez termina sus clases a las tres de la tarde, Sofía se traslada hasta el Club en Llanogrande, o a veces hasta Guatapé, para lanzarse una y otra vez y dejarse llevar por la lancha que la pone contra las aguas.

Estos dos lugares son los únicos en Antioquia donde se practica el wakeboard en la actualidad; en el país hay más escenarios, en especial sobre las costas y en clubes privados, y en Barrancabermeja hay un espacio óptimo.

Pese a que sus jornadas pueden resultar agotadoras, al contrario esta joven siente que tiene que estar haciendo algo todo el tiempo. No dura más de una mañana en plena quietud. Ni siquiera en vacaciones deja de esquiar, es por ello que esta actividad para ella es más que una labor rutinaria y se ha convertido en el mayor de sus placeres. Y así lo plasma en cada competencia.

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El profesionalismo es un anhelo

En poco más de un par de años, Sofía tendrá que elegir cuál será su futuro profesional. Por ahora tiene el diseño en la mira, pero no quisiera dejar de lado el deporte.

Una opción latente son las becas en países fuertes en el wakeboard, e inevitablemente hay que mirar a las universidades de EE.UU., país donde está gran parte de los mejores del mundo. Aún es pronto para elegir.

Sus padres, Sergio y Ana María, y su hermano Sebastián son su mayor apoyo y complemento. Su mamá, por ejemplo, coordinó esta entrevista y también compartió las fotos y dispuso todo para que no faltara nada de la hoja de vida de su hija.

En los Panamericanos la experiencia fue muy positiva para Sofía. Si bien el resultado no fue el esperado, estar en un evento del ciclo olímpico fue inolvidable, en especial porque participó junto a deportistas de todas las categorías, cuando en los eventos internacionales anuales lo hace frente a las de su categoría. Fue la menor del evento.

“Eran deportistas entre 19 y hasta 40 años. Fui a hacer para lo que entrené. No me importaba en qué lugar quedara, y lo logré”, dice con gran orgullo, sintiéndose triunfadora.

 

Algunos de sus logros más relevantes

  • Bronce. Campeonato Panamericano de Wakeboard 2015 categoría Girls Oros
  • Nacional de 2016
  • Latinoamericano de 2016 (Girls)
  • Panamericano de 2017 (Girls)
  • Latinoamericano de 2017 (Girls)
  • Nacional de 2017 (Girls)
  • Nacional de 2018 (Junior)
  • Panamericano de 2018 (Junior)

 

Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]

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