Parapole: un desafío de vida

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Hace apenas un año y medio que Leidy compite en Pole Sport -la variable deportiva del Pole Dance-, y ya prepara maletas para su primer evento internacional, el más importante de la disciplina: el Campeonato Mundial que organizará Montreal, Canadá, del 3 al 6 de octubre.

El cupo lo obtuvo en abril durante el torneo nacional que se efectuó en Medellín. La categoría en la que ella concursó no existía –Parapole-, pero dadas sus habilidades, consiguió que la Federación Colombiana la aceptara.

La dicha, de todos modos, no es completa por ahora, ya que el viaje le cuesta cerca de 15 millones de pesos, dado que debe estar acompañada de su entrenadora y guía, Yuly Botero.

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La causa hasta el momento va bien, cuando faltan cuatro meses para el certamen, pero aún le faltan recursos. Juliana Montoya, dueña de la marca de ropa de pole Sflip Pole Wear, les ha suministrado el vestuario y diseñará la indumentaria que lucirá Leidy en su presentación; ya consiguieron el hospedaje en Montreal, y tanto los familiares como los estudiantes del liceo en el que ella estudió en Zaragoza -el municipio donde vivió de los cinco a los 20 años- recogieron fondos que le servirán mucho.

 

La rutina que la calificó la montó en diez días

Leidy Andrea Herrera se enteró del evento nacional, clasificatorio para el Mundial de Canadá, dos semanas antes. Las inscripciones ya habían cerrado, pero la entrenadora de una española, también invidente, fue clave para convencer a la Federación de que la aceptara. En la prueba hizo 29 puntos, cuatro más de los necesarios para ganar el cupo.

“En tan solo diez días montamos la rutina que le abrió las puertas al Mundial. El secreto fue la disciplina, la paciencia, las ganas y la fe, porque si ella quería y podía, ¿quién soy yo para limitar sus sueños?”, escribió Yuly Andrea Botero, su entrenadora, en su cuenta de Instagram.

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Ahora, Leidy ha intensificado su preparación. Su rutina inicia a las 4:00 de la mañana con el gimnasio, y se extiende en el día a las prácticas en el tubo y unas clases de fluidez corporal con una profesora de baile de flamenco, que le ha ayudado a soltar más sus brazos y a tener más coordinación en sus movimientos.

Ella espera viajar a Canadá una semana y media antes del Mundial, para adaptarse a los cambios climáticos. La ventaja es que ya conoce el país al que va, pues estuvo allí en un intercambio académico de francés.

Un desafío de vida

Leidy Andrea Herrera tiene 32 años. Nació en Medellín y a los cinco su familia se fue para Zaragoza, en el Bajo Cauca antioqueño.

Estando allí, a los trece años le fue diagnosticada una retinitis pigmentosa, que de forma progresiva fue afectando su visión.

Esto le provocó una depresión al culminar la etapa escolar, la cual la hizo comer en demasía y aumentar de peso. Así estuvo durante un año, pero se recompuso y halló en el deporte un escape. Probó en el spinning, el atletismo, luego la natación. Después se casó con el gimnasio, y de allí nadie la ha sacado. Llegó entonces el Pole Sport años más tarde.

La visión la perdió por completo el año pasado, que coincidió con sus inicios en este deporte. Ser invidente, dice, le ha representado desafíos y retos frente al tubo. Por supuesto, debe estar siempre acompañada para ubicarse en el escenario, pero también ha descubierto habilidades que no sabía que tenía.

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“Hay figuras que me atrevo a hacer porque me tengo confianza, y además porque al no ver el suelo me confío. Hay desventajas, como no poder ver la figura que hacen mis entrenadoras, pero en mi caso entiendo la figura a través de las manos, que no es mejor ni peor: es mi estilo”.

Leidy anhela estar en Canadá. El talento le dio el cupo, ahora espera contar con las manos amigas que le ayuden a cumplir su sueño de representar al país en el deporte que la hace feliz.

Voz e imagen para las empresas

Leidy Andrea se tituló como traductora de idiomas en la Universidad de Antioquia y también es locutora de radio y televisión del Instituto Metropolitano de Educación. Ha sido una estudiante ejemplar, obtuvo becas para estudiar en Francia y Suecia, y además ejerce como modelo para campañas publicitarias de marcas de ropa.

 

Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]

 

 

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