Escondé la bacinilla y sacá el pato

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Escondé la bacinilla y sacá el pato
¿Qué diría la nueva norma de la producción de quesos en las cavernas llenas de bacterias en toda Europa, del marrano buscando trufas o del asadito en los carritos de la costanera porteña con parrillero bostero que fuma, cobra, asa, come, bebe y charla mientras le hace su sánduche memorable?

Las autoridades sanitarias y el sector de alimentos andamos como perros y gatos con las nuevas normas sobre manipulación de alimentos. Una lástima que nunca nos sentemos a concertar entre todos para evitarnos tantos inconvenientes. Sin embargo lo que me tiene desvelado es el significado de fondo de la norma y aunque francamente no sé a qué autoridad local, regional o nacional dirigirme, creo que hay una falla grave, ya que lo que es obligatorio a nivel institucional, debería ser al menos recomendación a nivel de hogares, en tanto si la preocupación son las bacterias, estas viven en las casas igual que en los negocios, así que el cuchillo con mango de madera, la tabla, el techo, el pollo, el piso, la pared, la ollita de cobre, y todo lo que ahora infringe las normas, debería advertírsele a la gente para que haga lo mismo en el hogar ya que obviamente todos comemos mucho más allí que por fuera; entonces ¿será que en las casas nos estamos envenenando por cuenta de la desinformación…algo como permitir el pato y prohibir la bacinilla?, ¿qué hizo el pobre pato para llamarse así?. Nos tendremos que despedir de los caspetes, la fritanga del estadio, la morcilla casera, el churrasco en plancha, el arequipe de abuelita, la natilla de verdad, la arepa de huevo, el chocolate con molinillo en peltre, los dulces artesanales, gran parte de los asados y ni se diga de la panela, porque ¿qué sentirá un inspector en un trapiche? A mí me va a dar algo, como pescador en subienda. ¿Qué diría la nueva norma de la producción de quesos en las cavernas llenas de bacterias en toda Europa, del marrano buscando trufas o del asadito en los carritos de la costanera porteña con parrillero bostero que fuma, cobra, asa, come, bebe y charla mientras le hace su sánduche memorable? Se tendría que cerrar la Boquería en Barcelona y ni se diga del comedero famoso de Shanghai con chuzos de murciélago y huevos enterrados, costumbres milenarias que si han matado a alguien es de risa o emoción. En fin, mi pregunta al funcionario responsable es: ¿Debo aplicar las normas en mi casa? ¿Botar entonces los cuchillos y utensilios con mango de madera, las tablas, las ollas de cobre; acaso debo cambiar el techo, el piso, la alacena, los pollos y la pared? ¿Está corriendo un riesgo inminente la salud de mi familia, especialmente la de mi hijo con cinco días de nacido o la de mi papá de casi 91 años? ¿Tengo que vestir a mi fiel colaboradora Yaneth como neurocirujana suiza? Qué preocupación que las autoridades se hayan dedicado a perseguir a los negocios sin nunca haber concertado con la comunidad, porque siendo las cosas como son, el gobierno estaría obligado a colocarle advertencias de “Perjudicial para la salud” a miles de estos productos que se siguen vendiendo en todas partes, como la losa del Carmen y tantas artesanías milenarias de madera y barro que de un día para otro empezaron a matarnos aquí según la ley, pero que se siguen usando en el mundo entero. Igualmente los urbanizadores tendrían que aplicar todas las normas en las nuevas obras, de lo contrario también se estaría infringiendo la ley…y sigue y sigue. Yo en la Guajira tomé chicha “masticada” por bellas viejitas muecas wayúu que la escupían en tarritos oxidados y comí vísceras y cerebro de chivo cocido en sangre y aquí estoy y aquí me quedo.

Paseo de colegas y chismes
El clúster de turismo y la Cámara de Comercio de Medellín tuvieron el gran acierto de llevarnos a 15 cocineros de la ciudad a la feria Gastronomía 2009 en Bogotá. Al fin nos pudimos sentar a hablar de tantos temas que nos ocupan y preocupan. Nos reímos de lo lindo, comimos mamona y chigüiro como bestias con vinito de $14.000 y de la A la Z nos recorrimos el sector entre los chistes de Juan Gonzalo Velásquez, de la Zona Rosa. Catalina Bedoya organizó todo perfecto y aunque la feria resultó de puras lechonerías boyacenses, estoy seguro de que todos le sacamos gran provecho y de que sólo así algún día podremos hablar de gremio, de unión y de sector. Gracias a Doña Lina Vélez y a Beatriz Velásquez.
Y unas ñapas navideñas:
-Como le dije a Mercedes, qué tristeza la cerrada de Mezeler; en Bogotá le confesé todo lo que me pusieron a estudiar, porque la competencia así es muy buena.
– El chef Rodrigo Isaza y los Carlos del Melodie Lounge y El Herbario se lucieron otra vez con el nuevo restaurante del MAMM. Como siempre locales, cocineros y anfitriones extraordinarios.
– Empezamos a trabajar con Tulio en Gastrosophia, ahí está la Virgen, yo que soy el segundo peor vestido del país y que hablo sin medirme. Los espero al medio día en telearepa.
– Álvaro Sergio Vasco de La Tienda del Vino se casó; decía un griego famoso: “donde hay vino, hay amor” y papitas soufflé que sólo hace él.
– Ojo algunos negocios nuevos ya que francamente entre cocina fusión, confusión y mal gusto hay una rayita muy tenue. Definitivamente esto no es tan fácil como creen algunos y cuando de hablar mal se trata, los defectos se riegan como epidemia y las virtudes se diluyen.
– Miguel Molina Goenaga le desea Feliz Navidad a todos los que leen a su papá y le escriben a [email protected] aunque sea a regañarlo.
[email protected]

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