El Metro, los escritores, y una solicitud al Gobernador

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Desde 2005 he tenido la fortuna de hacer parte -como delegado de la Biblioteca Pública Piloto- del equipo de trabajo que el Metro de Medellín, con su entusiasta gerente Ramiro Márquez y los gerentes comerciales y sociales Iván Darío Upegui y Juan Diego Múnera, conformó para el proyecto de “resurrección” (casi) y divulgación de los más importantes escritores del Departamento, por medio de exposiciones itinerantes, conferencias, obras de arte en las estaciones, mini-exposiciones en los “trenes de la cultura”, camisetas, plegables, separadores de página, etc., a lo cual se sumó en 2007 el programa editorial “Palabras rodantes” en alianza con Comfama: hasta ahora van 30 mil libros en pequeño formato que se han repartido en las estaciones con la opción de que el usuario se quede con su libro o lo devuelva, para usufructo comunitario: pero los libros son tan hermosos que provoca, maldita sea, quedarse con ellos…

Así pues hemos debido sumergirnos en los mundos profundos y luminosos -y no pocas veces tenebrosos- de poetas como León de Greiff y Porfirio Barba-Jacob, en la inmensidad terrígena de Tomás Carrasquilla y Efe Gómez, en julio en la desnudez y la presencia del Mago de Otraparte, Fernando González, y en septiembre en el “Café Exasperación” de Jesús Botero Restrepo, el último grande de nuestros viejos narradores.

El esfuerzo ha sido grande como bastantes las pestañas quemadas en el empeño, atravesando noches y noches de lectura de estos maestros, que nos han dejado el sabor de extraños redescubrimientos de joyas literarias olvidadas, así como también la recuperación y conformación de un gran banco de imágenes dispersas, fotografías, retratos, caricaturas de los autores. Para quienes no se han enterado, en el Metro de Medellín están a disposición por lo pronto las exposiciones de Barba, De Greiff y Carrasquilla, y las entidades culturales y académicas pueden solicitarlas en préstamo temporal. Más adelante lo estará la de Fernando González.

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Es esta labor, entonces, al parecer tan ajena a la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá, la que queremos resaltar aquí. Casi cien años después de que León de Greiff le lanzara sus epítetos a los comerciantes de Medellín con esos versos como venablos: “Gente necia, local y chata y roma./ Gran tráfico en el marco de la plaza./ Chismes./ Catolicismo./ Y una total inopia en los cerebros/ Cual si todo se fincara en la riqueza,/ en menjurjes bursátiles/ y en un mayor volumen de la panza.”, la labor del Metro con este programa de divulgación empieza finalmente a anunciar vientos de cambio.

Recordando al azar, evocamos también ese muy extrañísimo y hasta misterioso poema de Barba-Jacob supuestamente dedicado a Medellín, y que era una especie de poema-comodín, porque Barba lo ajustaba zalamero a cada ciudad y pueblo a donde lo invitaban a declamar, pero que para el caso de nuestra ciudad le cae como un guante de hechicero o conjuro de alquimista: “… Es Medellín, que alzando su clámide latina y el áureo cetro, embriágase con sangre del poniente, y entona un son burlesco y un cántico ferviente mientras le mulle un lecho la sombra y se reclina. Es Medellín -el fuego y el yunque ante la mano, las seculares plantas en limo cotidiano, y los azules ojos clavados en la altura-, que dice al éter vago, con verbo innumerable, sus ímpetus confusos, su sueño, su inefable preñez, y la fatiga de su labor oscura.”

Y, como los ciclistas cuando acaban etapa, aprovecho la oportunidad que me brindan estos micrófonos para elevar suavemente mi voz de protesta y reclamo de ciudadano ante la editorial de la Universidad de Antioquia, donde parece que se va a quedar sepultada para siempre la que sería magna publicación de las Obras Completas de Carrasquilla, cuidadosamente preparada, anotada y entregada desde hace más de dos años por un grupo de expertos bajo la sabia dirección del filósofo Jorge Alberto Naranjo. Según se sabe, los comités de los subcomités le han puesto toda clase de inexplicables zancadillas a este trabajo magistral que, si la Editorial se niega a publicarlo en su integridad, como se debe, debería ser asumido de inmediato por el Departamento de Antioquia, Señor Gobernador, y todavía hay tiempo, justamente cuando el próximo 17 de enero se cumplen 150 años del nacimiento del Maestro en Santo Domingo, ese pueblo, a su decir, de las tres efes: “feo, frío y faldudo”, donde ya se adelantan los preparativos para el festejo.

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