Dolor en los pies

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  Dolor o molestia se puede sentir en cualquier parte del pie, incluyendo el talón, el arco, el empeine, la planta del pie, o los tobillos. Los especialistas recomiendan usar el zapato adecuado para cada actividad.  
     
  En un momento u otro de sus vidas, más temprano que tarde, todas las personas experimentan dolor en los pies, la mayoría de las veces causado por zapatos que no se ajustan correctamente, de diseños extraños y contrarios a la anatomía humana o que fuerzan los pies a adoptar posiciones no naturales, verbigracia los zapatos de tacón alto.

El pie
El pie es una estructura compleja de 26 huesos y 33 articulaciones, entrelazadas con una red de más de 120 músculos, ligamentos y nervios, que cumple las siguientes funciones: Apoya el peso; actúa como un amortiguador; actúa como una palanca para impulsar la pierna hacia adelante; y ayuda a mantener el equilibrio mediante el ajuste del cuerpo a las superficies irregulares.
Debido a que los pies son muy pequeños en comparación con el tamaño del resto del cuerpo, el impacto de cada paso ejerce una fuerza tremenda sobre ellos. Esta fuerza es 50% mayor que el peso corporal de la persona. Durante un día normal, la gente pasa cerca de 4 horas de pie y da entre 8.000 y 10.000 pasos. Esto significa que los pies soportan una fuerza equivalente a la combinación de varios cientos de toneladas cada día.

Tratamiento
Lo mejor para el dolor en los pies es aplicar las cuatro recomendaciones de los especialistas: reposo, hielo, compresión y elevación, las claves del tratamiento inmediato para un pie lesionado.
Para el dolor del talón sugieren usar plantillas para calzado y medicamentos, como la forma básica de tratamiento.

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Prevención
Los médicos podiatras, especialistas en los pies, le ofrecen los siguientes consejos a sus pacientes para prevenir el dolor en los pies:
1.No ignore el dolor en el pie – no es normal.
2.Inspeccione los pies regularmente.
3.Lávese los pies todos los días, especialmente entre los dedos y séquelos completamente.
4.Recorte las uñas en línea recta, pero no muy cortas (para evitar que se le encarnen).
5.Asegúrese de que sus zapatos le quedan bien. Aunque suene obvio, si el zapato le maltrata quiere decir que no es el apropiado para sus pies.
6.Use el calzado adecuado para actividades específicas , es decir, haga ejercicio con tenis, no con los zapatos que va a la oficina.
7.No use el mismo par de zapatos todos los días.
8.Evite caminar descalzo, lo que aumenta el riesgo de lesión y la infección.
9.Es fundamental que las personas con diabetes visiten a un médico podiatra al menos una vez al año para una evaluación.

Problemas en los pies
El dolor de pies por lo general comienza en uno de estos tres lugares: los dedos de los pies, la parte delantera del pie, o la parte posterior del pie.
En los dedos: estos problemas ocurren con mayor frecuencia debido a la presión impuesta por zapatos mal ajustados.
En la parte delantera del pie: el dolor que se origina aquí por lo general, contiene uno de los grupos de hueso siguientes: Los huesos del metatarso (cinco huesos largos que se extienden desde la parte delantera del arco a los huesos en el dedo del pie); los huesos sesamoideos (dos pequeños huesos incrustados en la parte superior del primer hueso metatarsiano, que conectan con el dedo gordo del pie)
En la parte posterior del pie : el dolor que se origina aquí se puede extender desde el talón, a través de la planta, hasta la articulación metatarsofalángica.
Casi todas las causas de dolor en el pie se pueden agrupar en una de los siguientes:
Zapatos mal ajustados: zapatos que quedan mal son una causa frecuente de dolor en el pie. Los de de tacón alto concentran la presión sobre los dedos de los pies y pueden agravar, si no es que son la primera causa, los problemas de los dedos.
Algunas condiciones médicas: cualquier condición médica que causa una alteración en la forma en que una persona camina puede contribuir a la fiebre y el dolor. Esto puede incluir enfermedades o condiciones que conducen a dolor o entumecimiento en los pies (como la diabetes), la pierna y deformidades de los pies, problemas de columna vertebral y trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson o parálisis cerebral.
El ejercicio exigente: también llamado ejercicio de gran impacto, como correr o hacer ejercicios aeróbicos intensos, puede dañar los pies y otras partes de la pierna. Las lesiones más comunes son los callos, ampollas, calambres musculares, lesiones agudas de rodilla y tobillo, fascitis plantar, y la metatarsalgia.

 
     
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