Amarga medicina

Amarga medicina
¡Para que tomemos tres cucharaditas diarias durante más de quinientos días!

/ Juan Carlos Franco

Cualquiera que haya circulado por lomas y transversales de El Poblado en la última semana habrá concluido que ya… que ya, por fin, estamos empezando a probar las primeras cucharaditas de la amarga medicina que nos fue recetada.

La receta médica que colectivamente empezamos a tomar consiste en intervenir al mismo tiempo los cuatro cruces más críticos de la zona. En consecuencia, durante dieciocho meses el tráfico, que ya de por sí colapsaba varias veces al día, va a (atención, nuevo verbo) re-colapsar.

Si se bloquea un carril de Los Balsos subiendo justo antes de la Superior, como ya se hace, rápidamente empieza a llenarse la loma. Y se llena del todo. Tanto, que los carros que están en el cruce de Balsos por Inferior simplemente no pueden seguir, aun si tienen su semáforo en verde. Entonces se empieza a llenar Los Balsos de la Inferior hacia abajo. Y la Inferior se satura y también colapsa, y eso sin contar que a esta también ya le están cerrando un carril. Resultado, todos quietos.

Muy conscientes de esto, la Secretaría de Movilidad y otras entidades, de manera muy original, estarán sugiriendo por Twitter que tomemos “vías alternas”. Pero las pocas vías alternas que existen ya están recibiendo buena parte de esa carga vehicular. Mire usted las que hay entre la Superior y El Tesoro. Son residenciales, estrechitas, con huecos y con carros parqueados sobre un carril. Caramba, es que un solo carro parqueado reduce a la mitad la capacidad de una vía estrecha.

Y ya tenemos nuevos nudos. En la vía de El Tesoro a los González, por ejemplo, hay una microglorieta que rápidamente se está llenando. Y como no hay ni media señal, nadie sabe quién tiene la vía. Detalle indispensable para que el tráfico fluya bien, es saber quién tiene prelación. Cualquier duda es fuente de accidentes y de trancones (primer día de clase de Ingeniería de Tránsito).

Ninguna secretaría parece haber pensado en cómo manejar el tráfico aumentado que, obviamente, iban a recibir estas vías menores. ¿Qué esperan para prohibir el estacionamiento en esas vías? ¿Y para instalar en las microglorietas, cuando menos, las señales de “Uno a Uno”?

Bueno, al menos en esa zona hay vías alternas. ¿Pero qué pasa con San Lucas? Por la Superior también están cerrando un carril al lado del Complex y las colas dan la vuelta hasta la Inferior y sus alrededores.

Inevitablemente todos los que transitan desde San Lucas y la Intermedia hacia el norte o hacia Las Palmas pasan por el cruce de Los Balsos por la Superior. Es lamentable que no se haya abierto una conexión entre el Colegio Montessori y Los Balsos, arriba de ISA. La vía nueva sería de menos de medio kilómetro. No, claro, también se saturaría varias veces al día, pero al menos habría una opción. Hoy no hay ninguna.

De todos modos, las famosas cuatro obras hay que hacerlas. Es lamentable sí, que sea tan tarde. Esta y la anterior administración le dieron tantas y tantas vueltas y se equivocaron tanto en sus planteamientos, que se van a construir con un parque automotor veinte por ciento mayor que si hubieran empezado a tiempo.

Y lástima que no se hayan preparado tanto como parecía para el impacto simultáneo de abrir estos cuatro frentes. Digamos que los cambios en los sentidos de algunas vías ayudaron, lo que ha faltado es señalización y mayor preparación en las calles secundarias que iban a recibir todo el impacto.

En fin, seguiremos tomando de esta medicina. Que para nuestro pesar no viene en frasquito sino en enorme barril. ¡Para que tomemos tres cucharaditas diarias durante más de quinientos días!
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