Alcohol y alcoholismo (I)

- Publicidad -

Alcohol y alcoholismo (I)
La sustancia psicoactiva más aceptada socialmente, tiene consecuencias devastadoras a todo nivel. El médico toxicólogo Hugo Gallego explica cómo afecta a las personas desde el punto de vista fisiológico

“Luego de la heroína y el cigarrillo, el alcohol es la droga psicoactiva de mayor grado de peligrosidad en las esferas física, psicológica y social de quienes la consumen y sus allegados”, dice el médico toxicólogo Hugo Gallego. Por esta razón y por ser un tema amplio que requiere varios acercamientos a su discusión, en este primer informe periodístico sobre la adicción al alcohol se tratarán los efectos del consumo de licor en órganos y sistemas, y en entregas posteriores se abordarán aspectos como sus efectos en la esfera psicológica; las mezclas del licor con otras sustancias; el alcohol adulterado; las diferencias entre un alcohólico y un bebedor social, y cuáles son las razones científicas por las que los jóvenes no deben consumir licor.

- Publicidad -

Efectos crónicos en los diferentes sistemas
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, cuya ingesta crónica puede traer efectos adversos en todos los órganos y sistemas del cuerpo. Su alta solubilidad en el agua y en las grasas explica su fácil distribución por los tejidos humanos y, por consiguiente, sus efectos en diversos sistemas, así:

• Sistema inmune (sistema encargado de defender el cuerpo): el alcohol predispone o incrementa la severidad de infecciones bacterianas y virales, siendo frecuentes las infecciones respiratorias.
• Hipoglicemia (azúcar bajo): si esta situación persiste de manera prolongada, puede originar lesiones neurológicas permanentes o ser causa de muerte en el alcohólico.
• Daño en el hígado (enfermedad hepática alcohólica): se manifiesta como hígado graso, hepatitis alcohólica o cirrosis. La cirrosis es la etapa final de la enfermedad hepática alcohólica, es irreversible y tiene una mortalidad global superior al 50 por ciento a los cuatro años del diagnóstico.
• Páncreas: los alcohólicos son uno de los grupos poblacionales de más alto riesgo para desarrollar pancreatitis (inflamación del páncreas), tanto aguda como crónica.
• Sistema digestivo: Es común en bebedores crónicos la presencia de reflujo gastroesofágico, esofagitis, gastritis (con persistencia de Helicobacter pylori), duodenitis y mala absorción de nutrientes.
• Sistema músculo esquelético: manifestado por dolores musculares, inflamación y debilidad que pueden evolucionar en casos graves a atrofia muscular y necrosis. La enfermedad llamada comúnmente gota es una especie de artritis, que se presenta con frecuencia en los alcohólicos y se produce por un aumento de los niveles de ácido úrico.
• Sistema sanguíneo: todas las células sanguíneas se ven afectadas por el alcoholismo, siendo habitual encontrar anemia, alteraciones en el proceso de coagulación y alteraciones en la inmunidad.
• Sistema respiratorio: el efecto irritante y vasodilatador del alcohol, sumado a las alteraciones en las defensas, son los responsables de una alta incidencia de enfermedades pulmonares, principalmente neumonías.
• Sistema endocrino: en los hombres se puede presentar aumento de la glándula mamaria, atrofia testicular, disminución en la cantidad y calidad de los espermatozoides, pérdida del vello pectoral y axilar, pérdida del interés sexual e impotencia. En las mujeres, alteraciones en los ciclos menstruales, secreción mamaria en no embarazadas y menopausia precoz.
• Sistema cardiovascular: las funciones cardíacas se alteran, siendo frecuentes la dilatación y pérdida de la fuerza de contracción del corazón y las alteraciones del ritmo cardíaco. El consumo crónico puede llevar a elevaciones de la presión arterial y triplica el riesgo de derrames.
• Sistema neurológico: se produce atrofia cerebelar; encefalopatía de Wernicke (trastornos de los músculos oculares, pérdida del equilibrio y confusión mental); psicosis de Korsakoff (caracterizada por pérdida de la memoria); alteraciones visuales; neuropatía (dolor, calambres, atrofia muscular, pérdida de la función de alguna de las extremidades) y demencia.• Cáncer: después del tabaco, el licor (etanol) es la segunda causa de cáncer, puede producir o potenciar el proceso carcinógeno. En los alcohólicos existe un riesgo aumentado de padecer cáncer de cabeza y cuello, esófago, hígado y estómago.

- Publicidad -

Más notas

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -