Ágora

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Publicado en la edición 404, diciembre 15 de 2009
 
     
 
 
 
Ágora
 
 
La obra de Hugo Zapata propone que la relación entre el arte y la realidad, entre la cultura y la naturaleza, debe pensarse de otra manera, a partir de la valoración de lo natural en la constitución de la humanidad
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
“Ágora”, de Hugo Zapata (La Tebaida, Quindío, 1945), en la Universidad Eafit (2001), es una obra que manifiesta de manera excepcional una capacidad comunicativa y aglutinante del arte que se fundamenta en su relación con el mundo natural.
La obra está compuesta por una gran cantidad de bloques de piedra de diversas alturas, distribuidas de forma aparentemente aleatoria en tres conjuntos dentro de un esquema básico semicircular. Bien podría creerse que no es más que un montón informe de rocas; pero es posible descubrir allí estructuras de ritmo, de orden y composición, juegos de luces y vínculos con el paisaje que superan el azar y llevan a un nivel insospechado el ideal planteado por Kant de una obra que es arte pero que parece producto de la misma naturaleza.
En toda la obra de Hugo Zapata se percibe un especial interés por la relación entre el arte y la naturaleza que se plantea desde perspectivas problemáticas. A lo largo de la historia, casi siempre se ha entendido el arte como una superación de lo natural, que elimina su aparente irracionalidad y fugacidad, o, por el contrario, que relativiza su causalidad rigurosa e introduce el libre albedrío donde sólo parecían valer las leyes intemporales. En definitiva, la historia del arte afirmaba el valor supremo de la libertad y de las acciones humanas sobre una naturaleza carente de significación.
La obra de Hugo Zapata propone que la relación entre el arte y la realidad, entre la cultura y la naturaleza, debe pensarse de otra manera, a partir de la valoración de lo natural en la constitución de la humanidad; y, por eso, aquí no nos encontramos sólo con una discusión artística sino ante una problemática filosófica, social y cultural en la cual la naturaleza es protagonista.
En “Ágora” es como si una obra humana, conformada por volúmenes regulares de piedra, hubiera sido convertida en escultura por la acción de desgaste ejercida por la naturaleza que, por lo tanto, despliega un verdadero potencial de creación de sentido.
De hecho, una vez instalada, el “Ágora” reveló la eficacia del poder de la naturaleza sobre el universo intelectual y de la cultura. El ágora fue siempre uno de los espacios indispensables de las ciudades griegas, centradas en el poder de la reunión de los ciudadanos y en la eficacia política del diálogo entre ellos. Ahora, atendiendo el llamado de algo que parecía más naturaleza que arte, la comunidad universitaria convirtió esta nueva “Ágora”, tal como había previsto el artista, en un lugar de encuentro y espacio de reunión que hace patente el vínculo necesario entre historia y naturaleza.
Pero, a diferencia de los espacios tradicionalmente creados por el arte y la arquitectura, donde el sentido es definido por el artista, Hugo Zapata se detiene un paso más atrás y deja el despliegue del sentido del “Ágora” a la libre acción de la comunidad.
 
     
  Ante tus ojos” es la más amplia exposición de los últimos años sobre la obra de Francisco Antonio Cano, el padre reconocido del arte en Antioquia. No puede perderse esta oportunidad única para aproximarse a nuestra historia a través de la obra de uno de sus máximos protagonistas. La muestra estará acompañada de un ciclo de conferencias. Curaduría de Conrado Uribe. Museo de Antioquia. Hasta el 4 de abril de 2010.  
 
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