Aceras para las lomas

La campaña política que ya se insinúa es la oportunidad para que como vecinos de El Poblado pongamos en primer plano la falta de infraestructura caminable de nuestro sector.

Decía en la columna anterior que el dios de las aceras, que existe porque existe, nos había visitado en El Poblado. Que a través de la administración actual nos había otorgado la gracia de tener aceras amplias y muy caminables en las transversales. Pero que luego, probablemente, regresaría a su Olimpo, para no volver a visitarnos antes de muchos años.

Decía también que, para una ciudad, pocas inversiones públicas son más rentables que buenas aceras, además de ser democráticas y promotoras de igualdad social. Pocos proyectos de infraestructura son más impactantes en la calidad de vida de los vecinos.

Incluso más que las ciclorrutas, que tienden a beneficiar al segmento joven de la población.

Entonces, casi ya terminadas las de las transversales, es prioritario ahora dotar las lomas de El Poblado de aceras similares. Sin olvidar que todos los intercambios viales que hemos venido recibiendo de Fonvalmed ya las tienen. Además de cebras y de semáforos peatonales. ¡Pero faltan las lomas!
Que ya no serán obra de esta administración, por supuesto, pero que sí deberían serlo de la siguiente.

Ya que sabemos, ya que vimos que sí se puede hacer bien las cosas, no deberíamos seguir viviendo en medio de la mediocridad agobiante de lo que hoy hacemos pasar por aceras.
La campaña política que apenas se insinúa es la oportunidad precisa. Como ciudadanos y vecinos de la comuna de El Poblado, es nuestro deber poner en primer plano la (falta de) infraestructura caminable de nuestro sector.

El mejoramiento de aceras y, en general la caminabilidad, deben aparecer en los debates, en las preguntas que formulemos a los candidatos. Y bueno, no solo para El Poblado sino para la ciudad en general. Podría ser el tema de uno o más foros promovidos por los medios -incluyendo este semanario-, las universidades, las cámaras, los gremios.
Porque, siendo realistas, después del Proyecto de Valorización de El Poblado actualmente en ejecución, más proyectos viales importantes no va a haber por aquí en muchos años, y menos en transversales y lomas.

Los vehículos casi no cabrán y su velocidad de avance disminuirá, entonces muchos tendremos que caminar más. Pero una cosa es caminar esquivando obstáculos o, peor, compartiendo una vía estrecha con los vehículos, y otra muy diferente es caminar por un andén de calidad. La experiencia cambia de manera radical.

Señores candidatos, es hora de incorporar en el organigrama de Medellín, de manera formal y permanente, una Gerencia de Caminabilidad. O darle más alcance a la que ya existe de Movilidad Humana, que por lo visto se ha enfocado en bicicletas y ciclorrutas.

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