21 días felices por cuenta del vino

Calendario en mano, me puse a buscar momentos para el vino en el mayo que viene. Las fechas especiales están marcadas, pero uno mismo también las puede generar y si es con buenos descorches, mejor. Salud.
Y elija bien su compañía
 

/ Juan Felipe Quintero

Como dice mi amigo catalán Jaume Altisent, “el vino es comida”, no para asumirlo de manera literal sino para dar a entender que una buena botella hay que acompañarla con un buen plato. Beberse una botella sola y sin compañía, ni se le ocurra. Y como buen plato no se debe entender solo una cocina exclusiva y de alto perfil: obras criollas, elaboraciones rápidas o de casa, un desayuno o un postre, también le caben al vino.

Mayo es de las madres, y del maestro, el veterinario, el comerciante, la enfermera, pero las fechas especiales son todas las que uno mismo genere. Y el vino puede ser ese gran aliado. Le harán su día una buena botella, su comida preferida, compañías divertidas y una conversación grata, porque ya está bueno de sentarse a la mesa a contar la peor historia, la más amarillista, o a comer viendo noticieros.

Veintiún días felices por cuenta del vino, que los puede repartir entre jueves y domingo y el par de festivos o, por supuesto, como usted quiera. Un rato feliz mejora el día. Aquí va mi orden, con cepas y marcas que me gustan, de precios variados y con comidas para todas las elecciones.

¿Por qué con vino? Porque contrario al efecto de las gaseosas, el té o los jugos de frutas, aquel no es invasivo y respeta los sabores de la comida, realza el placer, no embucha y matiza el impacto de ingredientes agresivos. El famoso maridaje, armonía y, si me lo admiten, “casao”.

• Día 1: Sushi con Kaiken Malbec rosé
• Día 2: Cordero a la parrilla con Catena Zapata Malbec
• Día 3: Pollo asado con Luis Cañas tinto joven
• Día 4: Ceviche con Montes Classic Series Sauvignon Blanc
• Día 5: Churrasco a la parrilla con Equus Cabernet Sauvignon
• Día 6: Pastillas de Chocolate Santander 70% con Norton Malbec DOC (y una chimenea)
• Día 7: Hamburguesa (sin mostaza) con Michel Torino rosé
• Día 8: Lasaña de carne con Poggiotondo Chianti Superiore
• Día 9: Mariscos gratinados con Santa Ema Chardonnay Reserva
• Día 10: Carpaccio de res con Leyda Sauvignon Blanc
• Día 11: Comida china con Moselland Riesling
• Día 12: Tabla de quesos Brie y Camembert con Misiones de Rengo Cuvee Carmenere (y Scrabble)
• Día 13: Helado con torta y Cava Familia Oliveda rosat brut
• Día 14: Bandeja paisa (¡claro que sí!) con Rioja Bordón Tempranillo crianza
• Día 15: Penne (el espagueti me parece mal plan) a la boloñesa con Alma Mora Malbec
• Día 16: Pizza de salami, anchoas y aceitunas con Lambrusco IGT Tinto
• Día 17: Ojo de bife con Michel Torino Coleccion Cabernet Sauvignon
• Día 18: Mondongo (¡sí!) con Pinot Noir Leyda
Día 19: Costilla de res y vegetales salteados con La Celia Heritage Malbec
• Día 20: Donas (ojalá tres) con Lambrusco IGT rosé
• Día 21: Tortilla de huevos con jamón, queso, tomate, chorizo, cebolla… con Freixenet Excelencia Brut
De ñapas…
• Día 22: Sobrebarriga con Syrah Callia
• Día 23: Crispetas de mantequilla con Casa Silva Chardonnay (y Netflix).
Ojalá los inspire, ojalá los haga salivar, ojalá les haga el día.
[email protected]

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