Los elepés tienen alma

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“Los elepés tienen alma”
En sitios como la Miscelánea, en El Poblado, este melómano con causa y amante de los discos de vinilo, presenta su espectáculo

DJ Dmoe acaricia los elepés como el rostro de una bella mujer. La primera vez que lo hizo fue hace siete años, cuando sus yemas rozaron los surcos de un vinilo de Dirt Style Records, para sacar lo que los tornamesistas llaman scratch, que es literalmente rayar el long play con la aguja del tocadiscos. “Ese sonido fue el que me atrajo por primera vez. Al escucharlo me di cuenta de que yo quería hacerlo también”, expresa el DJ durante un receso en una de sus presentaciones, en El Poblado. “Ese crispeteo del disco de vinilo es irreemplazable, es algo que todos los coleccionistas y melómanos vamos a disfrutar siempre”.
Todos los días, como parte de su rutina, John Jairo Marulanda, conocido en el mundo de los disc jockey como Dmoe (Demostración de estilo, significa su nombre artístico), se encierra en un pequeño cuarto a tocar los elepés de su colección. Con una memoria prodigiosa para recordar nombres de artistas y discos de décadas pasadas, prepara y selecciona la música que presentará en sus shows en vivo. “Los elepés tienen alma”, dice mientras reproduce un disco en su tornamesa Technics. “Todos los días tengo que escuchar música, y cuando no lo hago siento que algo me hace falta”.
En su casa del barrio El Salvador, al centrooriente de Medellín, DJ Dmoe prueba sus habilidades. Mientras los elepés giran en el tornamesa, los acaricia sutilmente con sus dedos, produciendo sonidos extravagantes. Las paredes de su cuarto de ensayo están atestadas de afiches y de placas de reconocimiento que hablan de su trayectoria. Una de ellas la recibió en Bogotá, donde compitió con otros pinchadiscos, en el concurso Mr. Noise. Otros dos galardones fueron en el Festival Hip4, donde salió distinguido como el mejor tornamesista de Medellín.
En una estantería en ese mismo cuarto, conserva su más preciado tesoro: 2.073 elepés, entre discos de 33 y 45 revoluciones por minuto. En su colección se encuentran acetatos de funk, como The Budos Band; de hiphop, como D.I.T.C; de mambo, como Pérez Prado; y de salsa, como los de Eddie Palmieri. “Este fue una de mis últimas adquisiciones”, cuenta el coleccionista, mientras enseña el long play The Hustler, el segundo álbum de Willie Colón. Entre la pila de discos, hay también algo de jazz y poesía, como el disco de Gil Scott Herón, quien se inmortalizó con la frase “la revolución no será televisada”.
“En los vinilos se encuentra música que estaba olvidada en el tiempo, rescatamos a muchos de estos artistas y los volvemos a sonar. El trabajo del coleccionista y del DJ consiste en culturizar a la gente, en mostrarles que hay mucha más música de la que sale en la televisión o se toca en la radio, música olvidada que no es comercial”, apunta Dmoe.

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“El vinilo nunca ha muerto”
El coleccionista de discos de vinilo aprecia lo que otro podría considerar basura. Lo que muchos pueden tener olvidado en el cuarto de sanalejo o en una caja de chécheres, para un coleccionista son verdaderos lingotes de oro. La mejor manera de encontrar joyas musicales es, precisamente, pasarse por el mercado de las pulgas, las anticuarias y librerías de la ciudad. Allí, habitualmente, dicen los coleccionistas, “podrías encontrar al lado del disco de los 14 Cañonazos Bailables, una invaluable pieza de soul o blues”.
“Todos los discos de salsa los he conseguido en el mercado de las pulgas. El 60 por ciento de mi colección son discos comprados acá en Colombia, en la calle. El resto son traídos de afuera”, dice el DJ.
Los discos de vinilo fueron lanzados comercialmente en 1948 por la empresa discográfica CBS, pero en la década de los noventa comenzó su declive por el auge del disco compacto -CD-, que acaparó la industria musical. Hoy en día el formato digital se ha tomado el mundo y las colecciones musicales ya no están en anaqueles, sino en memorias USB y reproductores portátiles. Sin embargo, el vinilo parece renacer entre las cenizas y continúa siendo el formato preferido de los melómanos.
Por eso, para los amantes de la música en vinilo, todos los miércoles de 8 pm. a 10 pm., DJ Dmoe transmite el programa “Beatz en Casa”, vía livestrem (www.livestream.com/djdmoe). Desde allí, expresa, “continuaré creando nuevas rutinas y escarbando las tumbas de discos de vinilo para seguir aumentando mi colección”.

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