Endeavour Expeditions, la pasión de un viaje por el universo

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Estos viajeros tienen como lema el mismo de algunos expedicionarios alemanes: “Menos es más”

Gabriel Jaime Gómez y Carlos Posada. Contacte al grupo Endeavour a través del siguiente correo electrónico: [email protected]

“Tenemos una preocupación que hemos comentado varias veces, y es que para el lado del norte (de la ciudad) se han hecho grandes inversiones, indudablemente las mejoras del Jardín Botánico y el Planetario, la construcción del Parque Explora, Ruta N, todo eso le ha dado al norte de la ciudad muchos beneficios culturales, pero el sur se quedó desprotegido. En el sur, con contadas excepciones, es muy poca la actividad cultural”. Este fue el argumento y la motivación que llevó a Gabriel Jaime Gómez, exdirector del Planetario Jesús Emilio Ramírez González de Medellín, y a Carlos Posada, filósofo y humanista orientado por el arte y la filosofía, junto con otro grupo de personas, a conformar el grupo que han llamado Endeavour Expeditions. Todos los miércoles del mes, de seis y media a ocho y media de la noche, en su sede ubicada en el barrio La Aguacatala, se reúnen para tratar temas sobre astronomía, arte, cultura, libros y más. “Estos programas que hemos promovido, han permitido conformar un grupo de personas, todas de diferentes orígenes, médicos, odontólogos, abogados, ingenieros, personas religiosas, empleados, estudiantes de física, de astronomía, para reunirnos a estudiar temas científicos y otros más simples”, comenta Carlos.

Grupo Endeavour en una de sus expediciones. Foto cortesía

Viajeros empedernidos

Las sesiones que semanalmente programa Endeavour no se quedan en un salón con sillas, mesas, libretas de notas, preguntas y contrapreguntas, porque los viajes exploratorios y las salidas de campo complementan el trabajo. “Hemos logrado en este grupo de amigos volver a motivar a la gente en el tema de la lectura, de la investigación, de no ir a sitios por turismo solamente sino ir para estudiar, investigar. Por ejemplo, estuvimos en la cordillera de Los Andes, entonces fuimos al Ecuador y a Perú. En Ecuador investigamos sus volcanes y subimos al Cotopaxi, fuimos a la casa donde se quedó Alexander von Humboldt. También estuvimos en Cuzco, fuimos al planetario de Cuzco, a Machu Picchu”, comenta Gabriel Jaime Gómez. Carlos Posada, por su parte, cuenta que: “En muy buena medida, las rutas, los viajes, las expediciones nacen de estos grupos que tenemos mensualmente donde tocamos un tema concreto, por ejemplo, la astronomía de la edad moderna, entonces ahí está Galileo que descubre el telescopio, así que investigamos sobre ese tema, y se nos ocurre, después de hacer ese curso, que sería interesante recorrer el camino que recorrió Galileo, por eso es que vamos para Italia a finales de este año”.

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En lo simple lo maravilloso

Estos viajeros, que tienen como lema “menos es más”, el mismo de algunos expedicionarios alemanes –por aquello de que no es necesario ni adecuado recorrer vastos territorios–, aseguran que han ido afinando “el sentido de lo maravilloso”. Bien lo explica Carlos cuando cuenta: “En Atacama, en medio del desierto, aparece un pajarito, un único pajarito que se había perdido en una migración. Gabriel Jaime lo encontró en el piso, ya casi moribundo porque estaba sin ningún alimento y sin agua, y lo tomó en sus manos y le dio un poco de agua de la que llevábamos y el pajarito se fue recuperando, fue reviviendo y, de pronto, salió volando. ¡Eso es maravilloso! Es un llamado de la vida”.

Más que astronomía

“Estas exploraciones han abierto el mundo de los libros, porque indudablemente, si tu dices vamos a estudiar el cielo austral desde el cielo de Atacama, entonces necesitas los libros del cielo austral, del Atacama; motivamos a la gente para que lea, investigue, consiga sus propios instrumentos, consiga sus binoculares, consiga sus telescopios, los motivamos para que en los viajes vean todo como un conjunto, no es ir a observar las estrellas desde Atacama y ya; vemos todo, la astronomía, la ecología, la meteorología, la naturaleza, la gastronomía de cualquier lugar al que vayamos”, recalca Gabriel Jaime. Ambos fundadores de Endeavour son tan apasionados al hablar, tan maravillados con la vida, el universo y el planeta Tierra, que en 50 minutos de una conversación es posible transportarse al Atacama, a la Patagonia, y de allí pasar al mar Caribe, volver al sur del continente y luego subir al norte de nuestra América y allí pisar, por ejemplo, los museos Smithsonian en Washington y Maryland, o el departamento de astrofísica de la universidad Johns Hopkins. Hay tanta pasión en lo que dicen que sus relatos se convierten en un viaje.

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