El sanitario fuera de casa

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Quienes le tienen asco a los baños públicos y quisieran que de alguna manera la limpieza del sitio y los buenos modales de los usuarios fueran la norma, no están solos. Existe una entidad llamada Organización Mundial de Retretes que hace poco celebró con bombos y platillos su congreso anual. Conformada por asociaciones de 14 países (Singapur, Japón, Corea, Taiwan, Australia, China, Reino Unido, Finlandia, India, Indonesia, Malasia, Rusia, Estados Unidos y Filipinas) esta organización promueve la calidad de las instalaciones sanitarias y el uso adecuado de las mismas. En la tierra de Cosiaca ni siquiera se menciona el tema.

Su motivación principal es concientizar sobre la importancia de tener servicios sanitarios adecuados para toda la población (más de la mitad de la humanidad no los tiene), tanto por un asunto de salud pública como de civilización.

El inodoro de doble botón En los baños públicos de este lado del mundo ya es común encontrar mecanismos para el ahorro de agua. Eso tan simple aún no llega a las casas, si acaso apenas toca la puerta en los hogares del primer mundo. Entre las cosas que hace, la Organización Mundial de Retretes promueve el uso de inodoros y facilidades sanitarias que hagan un uso más eficiente e higiénico de los recursos, entre ellos el agua.

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En Japón es corriente el uso de inodoros de dos botones y en Estados Unidos las empresas de acueducto de algunas ciudades empiezan a masificar su uso.

En Austin, Texas, por ejemplo, la empresa de acueducto ofrece incentivos económicos a quienes instalen este tipo de inodoros en su casa. La idea detrás de esto es que estos aparatos permiten tal ahorro de agua que a la larga le sale más barato a la empresa financiar el cambio de todos los sanitarios de la ciudad que ampliar su infraestructura de acueducto y alcantarillado.

¿Para qué son los dos botones? Uno para desperdicio líquido y otro para sólido. El primero usa mucha menos agua.

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Según estudios hechos allá, un inodoro corriente, como los de nosotros, usa 3.11 galones de agua en cada vaciada y una persona normal vacía 6 veces diarias (18.8 galones). Haga cuentas por el número de habitantes y verá que es mucha el agua que se está desperdiciando pues, a menos que el caso sea de aquellos que no dan tiempo, las seis veces en el baño no son para el segundo botón. El inodoro de dos botones usa en promedio 1.2 galones en cada vaciada.

Con esta tecnología un poco de aseo el mundo sería otro.

Algo de urbanidad

  • Ya sabemos que hay gente muy cochina, basta con entrar a algunos baños públicos. Para ellos va esta lista de solicitudes respetuosas.
  • No regar agua en el suelo cuando se lavan las manos.
  • Vaciar el inodoro después de usarlo.
  • Echar cada cosa en su sitio (no tirar papeles usados al suelo).
  • No destruir los sanitarios públicos.
  • Para caballeros: apuntar con precisión al orinal y no ensuciar el suelo.
  • Para damas: disponer adecuadamente de papeles usados y demás.
  • No permanecer en el sitio más tiempo del necesario. Puede haber gente afuera esperando para entrar.
  • Tratar las instalaciones como si fueran las de la propia casa (siempre y cuando venga de una casa limpia).


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