Comunidad católica al aire

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Detrás de los 1.560 AM se esconde una historia, un deseo, un sueño que los fundadores de la Corporación Santa María de la Paz aún tienen por cumplir desde su creación en 1992. Su principal objetivo es la construcción de un Santuario a la Virgen para pedirle a Dios el preciado don de la paz para Colombia y el mundo. Por eso, a través de las actividades desde la corporación, vieron la necesidad de difundirlas por algún medio masivo con un mensaje claro y católico, que promulga la conservación y el fortalecimiento de los valores familiares. Con ese propósito salió al aire Santa María de la Paz Radio, 1.560 AM, desde julio de 2003 con una programación netamente católica durante las 24 horas del día, con programas como La Santa Misa todos los días a las 11:00 a.m., Cruzada del Rosario, y otros que son realizados para ayudar a oyentes desorientados o que han perdido su fe.
“Nosotros lo que queremos es fortalecer la vivencia católica de la gente, somos una emisora con una identidad clara. Teniendo en cuenta que la mayoría de personas en Medellín son católicas, queremos reforzar esa formación porque vemos que les falta mucha doctrina, mucha formación y más valores familiares. En un 70 u 80% la emisora es sostenida por los oyentes”, afirmó el Padre Carlos Augusto Mesa, Director de la Corporación Santa María de la Paz.

De programa a emisora
Pensando en esa necesidad de llegar con su mensaje a más fieles de Medellín, la corporación decidió incursionar en la radio con un programa en la emisora Minuto de Dios en el año 2000. Luego consiguieron un arrendamiento de 8 horas diarias en Radio Bolivariana, que los obligó a manejar más contenido, y el 4 de julio de 2003 salió al aire la emisora en 1.560 AM, conocida como Emisoras El Poblado en los años 60.
Los programas son realizados por sacerdotes y diáconos permanentes que son personas casadas, con una formación espiritual requerida. También participa personal de instituciones, y varios centros de formación familiar y congregaciones alquilan sus espacios para difundir su creencia desde el catolicismo.
Sobre los inicios de la emisora y la función que cumplen, Mesa considera que “cuando comenzamos había una sola emisora católica y unas siete protestantes, en una ciudad donde la gran mayoría somos católicos. Eso ha ido cambiando porque han aparecido las católicas y gracias a Dios se han preservado”, dijo.
Y agregó que se encuentran trabajando por mejorar la producción de sus programas ya que “la idea es guardar nuestras emisiones para participar en la programación de muchas emisoras del país, en temas que nos preocupan como el aborto, el matrimonio y la educación. Hemos organizado una asociación con emisoras comunitarias y católicas que se llama Redea, que son unas 320 emisoras de todo el país, que reciben material nuestro. Mandamos una hora y media diaria de programación”, declaró el director.

Identificados con ella
Ana de Jesús Rojo es una habitante de El Poblado que la escucha desde sus inicios, además pertenece a la comunidad de oyentes, asociación que difunde, reza y colabora con el sostenimiento de la emisora en la medida de sus posibilidades. Para la corporación, cerca de 2 mil personas pertenecen a la comunidad de oyentes, y según el último Estudio General de Medios, en Medellín cuentan con 47 mil oyentes diarios.
La emisora realiza muchas actividades para comunidad de oyentes como retiros, jornadas de oración y sanación, encuentros, conferencias y cursos. También orientan oyentes frente a problemas, se graban conversaciones, y las llamadas son continuamente atendidas por los empleados del call center para no perder contacto con los miembros de la comunidad de oyentes y de otros programas.
Para el director Mesa, sus transmisiones tienen gran influencia en El Poblado porque todas las instalaciones de la corporación y de la emisora hacen presencia en esta comuna. Por eso el salón de conferencias y la capilla se colman cuando hay eucaristía y grupos de oración, entre otras actividades, que hacen de esta emisora un estilo único para llevar el mensaje de Dios a los creyentes, y continuar construyendo paz para llegar al sueño de ese santuario que tanto anhelan y por el que trabajan.

 
     
 
 
 
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